Dos emprendedoras resilientes y con temple de acero

Creado: 3 diciembre 2020

El amor de dos madres por sus hijos las impulsó a convertirse en emprendedoras y cristalizar los sueños de tener negocio y vivienda propias.

El Banco Amigo de los colombianos, se enfoca en entender la situación de las personas y facilitar las herramientas que contribuyan a su bienestar financiero.

Luz María Marín y Miladis López Pérez, microempresarias ambas, enfrentaron obstáculos que amenazaron con despojarlas de todo lo que habían construido a lo largo de sus vidas. Teniendo en cuenta su situación, formaron parte del acompañamiento creado por el Banco Caja Social para clientes con dificultades y comparten su testimonio al haber sido parte de este proceso.

 Uno de los grandes desafíos del sector financiero, es lograr que cada vez más colombianos adquieran conocimientos básicos en la materia, con el fin de que puedan administrar sus recursos adecuadamente, entender términos, evitar sobreendeudamientos y aplicar modelos exitosos en sus negocios.

En este sentido, la Entidad viene trabajando en dicho proceso de acompañamiento, no sólo cuando sus clientes se encuentran en dificultades, sino considerando su trayectoria en la Institución, la cual, fiel a su propósito de ser el Banco Amigo de los colombianos, se enfoca en entender la situación de las personas y facilitar las herramientas que contribuyan a su bienestar financiero.

 

Con la mejor motivación

Miladis, una mujer oriunda de Codazzi (Cesar), llegó a Bogotá hace 28 años con la ilusión de encontrar oportunidades laborales. En las largas caminatas buscando empleo en la capital, una mujer le dio la oportunidad de ayudarla en una cigarrería. Allí trabajó durante diez años, hasta que se le presentó la oportunidad más importante de su vida: comprar ese negocio e ir pagándolo poco a poco. ¡No dudó en aceptar! Esa fue la mejor decisión que ha tomado, porque poco después pudo adquirir su propio apartamento para vivir con sus hijas.

Para ello sacó un préstamo de cerca de 16 millones de pesos, que se le otorgó en UVR* por la capacidad de pago que tenía en el momento de la solicitud. Por desconocimiento, canceló las cuotas durante mucho tiempo sin saber que el crédito tenía esa modalidad, lo que significó que su deuda disminuyera muy poco a lo largo de los años.

Así mismo, el subsidio que le brindaba el Gobierno finalizó y su cuota aumentó, lo cual generó dificultades económicas. Madre de dos hijas, Miladis sabía que no podía desanimarse y debía encontrar la forma de pagar una gran cantidad de dinero que, según su proyección, ya casi estaba saldado. 

El Banco Caja Social valoró su situación y, teniendo en cuenta su excelente desempeño financiero, decidió construir una solución en conjunto para que ella continuara pagando su vivienda sin tener que afectar sus gastos básicos. En el proceso del programa de acompañamiento la escucharon, entendieron sus necesidades y le brindaron una ruta en la que se establecieron acuerdos para garantizar el bienestar económico de Miladis.

Ella asegura que velar por sus hijas es la mayor motivación para levantarse todos los días a preparar las empanadas que venderá durante la jornada y que atender con la mejor actitud a sus clientes de la cigarrería es un trabajo que disfruta desde cuando lo empezó a hacer, recién llegada a Bogotá.

 

Perseverar y alcanzar

Caldense de nacimiento y criada en el Caquetá, Luz María Marín, de 53 años, es una mujer que quedó huérfana muy temprano y a los 15 años contrajo matrimonio y tuvo cuatro hijos. Para ayudar en su hogar, empezó a trabajar de vendedora ambulante ofreciendo casetes. Luego se dedicó a fabricar cortinas en las noches y a venderlas en el día, negocio que le permitió ahorrar algo de dinero. 

 

 

Ese capital lo empleó para la cuota inicial de un lote y solicitó un préstamo para terminar de pagarlo. Allí decidió iniciar una floristería y otros emprendimientos más. Pero por falta de asesoría uno de esos negocios no funcionó, lo que le generó graves problemas de caja y le impidió cumplir con algunas obligaciones.

Durante varios meses insistió en renegociar sus deudas. Sin embargo, no encontró una respuesta positiva, por lo que creyó que se quedaría sin recursos para seguir pagando la universidad de sus hijas. Sin perder la esperanza, inició la búsqueda de una solución. Allí apareció la iniciativa de acompañamiento a clientes del Banco Caja Social.

De esa manera encontró la respuesta que tanto buscaba: pudo refinanciar sus deudas y reinvertir su dinero en ampliar su negocio, además de construir dos pisos más en su hogar para arrendar. Así pudo cumplir con los pagos y seguir ahorrando para su crecimiento personal y laboral, al igual que satisfacer sus necesidades y mejorar su calidad de vida.

Miladis y Luz María, dos mujeres que se han hecho a pulso como microempresarias y han salido victoriosas de las ‘batallas’ de la vida gracias a su resiliencia y trabajo, son testimonio del genuino acompañamiento del Banco Caja Social cuando sus clientes más lo necesitan; así como lo hace un verdadero amigo.

* Entre las formas de tener un crédito para comprar vivienda en el país hay dos: pesos, que maneja una cuota fija, y Unidad de Valor Real (UVR), que es determinada por la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC).

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