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2019-05-13 05:27:49

Nada es lo que parece a simple vista en Ibagué

Nunca es tarde para creer y renovarse. Esta es la historia de una impensable empresa, forjada por una valiente e incansable mujer.

Ibagué

Nada es lo que parece a simple vista en Ibagué

María Alba Suache está sentada a la salida de su renovado negocio de frutas y verduras en una de las calles del Barrio Jardín Santander, de Ibagué. Es una escena cotidiana que no tendría nada de extraordinario si no se supiera que detrás de esos ojos negros profundos hay una historia de luchas heroicas.

Es la mirada de una madre soltera, con cinco hijos, que desde niña se enfrentó a la vida trabajando en casas de familia y haciendo mandados, a veces recibiendo golpes y maltratos.

Hace 31 años María Alba llegó al barrio, donde se fue quedando en medio del rebusque diario, en un contexto de pocas oportunidades. Pero de golpe, a los 51 años, María Alba comenzó a creer que era posible renovar su proyecto de vida y esta vez como jefe de sí misma.

A simple vista el de Alba es un pequeño negocio perdido entre la multitud de un barrio de Ibagué, es la escena de una señora sentada afuera de una tienda. Pero en perspectiva y observado de cerca, es la estampa de una mujer valiente a la salida de una impensable empresa.

María Alba vive cerca al Hato de la Virgen, un sector de Ibagué que por años ha sido estigmatizado por la inseguridad y la pobreza. Allí, la comunidad, empresas privadas y la Fundación Grupo Social trabajan desde 2014 en iniciativas para recuperar la quebrada y los espacios públicos.

Hoy en día se respira otro aire, uno que permite que los micro emprendimientos como el de María Alba reciban el impulso de la Organización y miren con optimismo los nuevos destinos de su familia y su comunidad. Uno que da real testimonio de una forma distinta de actuación.

* Trabajo con comunidades de la Fundación Grupo Social, con el apoyo de José Guarnizo.

 

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