Un ‘Manantial de Paz’ como testimonio de superación
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2020-12-08 01:52:44

Un ‘Manantial de Paz’ como testimonio de superación

Luego de varios años de duelo y de vivir la tristeza por este fatídico suceso, varios gestores iniciaron el proceso de recuperar la confianza y la fuerza necesaria para retornar a su territorio.

20 años después del hecho de violencia ocurrido en la vereda de La Chorrera, su comunidad ha demostrado que, a través de la planeación y la gestión participativa, se pueden lograr los sueños y vivir en paz.

Un ‘Manantial de Paz’ como testimonio de superación

El municipio de Barbosa ubicado en el norte del Valle de Aburrá, no ha estado exento de la violencia que ha vivido el país desde hace tantos años. Uno de los hechos más significativos de esta triste y oscura época, fue la masacre ocurrida en la vereda La Chorrera el 12 de octubre de 2000. Esto ocasionó el desplazamiento de alrededor 500 familias y 1.500 personas a la cabecera municipal y a otros municipios, dejando prácticamente despoblado ese hermoso paraje cafetero, ubicado a tan solo 35 kilómetros de Medellín.

Luego de varios años de duelo y de vivir la tristeza por este fatídico suceso, varios gestores iniciaron el proceso de recuperar la confianza y la fuerza necesaria para retornar a su territorio. Con el apoyo de las autoridades locales y nacionales, para el año 2008 habían regresado algunas familias a la vereda.

 

Las ALDEAS, una nueva forma de ver el presente y el futuro

Con el inicio y creación de las Agencias Locales de Desarrollo Autónomo (ALDEAS) en 2009, promovidas por la Alcaldía Municipal, organizaciones comunitarias, entidades de apoyo y Fundación Grupo Social, el proceso de pensar positivamente hacia el futuro fue una nueva etapa para esta y otras veredas cercanas que habían vivido momentos llenos de dolor.

Fue a partir del reconocimiento de la riqueza natural, la actividad agrícola (principalmente del café) y los deseos de vivir en armonía y de querer superar los hechos de violencia, que el naciente Consejo de Desarrollo de la ALDEA, conformado por habitantes de las veredas de Isaza, Corrientes, El Cortado y la Chorrera, acordaron y nombraron su territorio como un “Manantial de Paz”, en virtud de las fuentes de agua que recorren el territorio y el deseo de la paz en su comunidad.

Hoy después de 10 años de encuentros y trabajo colectivo, las 4 veredas que conforman la ALDEA, han logrado avanzar en varios de los proyectos que identificaron y priorizaron en el consejo de desarrollo.

 

 

La ‘Caseta de la Paz’, referente de resiliencia, memoria y encuentro colectivo

Una de las grandes necesidades identificadas en el territorio, fue que las veredas contaban con pocos espacios para el encuentro ciudadano. De ahí que el Consejo de la ALDEA en 2018, definiera como objetivo la construcción de una sede comunitaria. Luego de analizarse su posible ubicación, se acordó que fuera en la vereda La Chorrera.

 

 

Y fue en una de esas sesiones de formulación del proyecto, donde Luz Edilma, gestora del proceso de reparación de víctimas y de las ALDEAS, propuso el nombre ´La Caseta de la Paz´, para honrar la vida de los fallecidos hace 20 años, mantener la memoria y posicionar la ALDEA como un referente para promover la convivencia en el municipio.

Hoy, luego de 2 años de gestión y gracias al apoyo de diversas organizaciones, ´La Caseta de la Paz´ busca ser el símbolo de una nueva vida para los pobladores y un espacio amable para el encuentro comunitario y el desarrollo social del municipio, con la esperanza y optimismo de un futuro con oportunidades para todos.